Maravillosa navidad. Toda la familia junta y revuelta. Y tú mirándolos a todos desde detrás de la fuente de langostinos y pensando. Me sobran la mitad. Que a gusto estaría ahora en otro sitio y en otra compañía. Hay si me dejaran elegir.
Pues ten cuidado con lo que piensas, porque si, te parece mala compañía la que te rodea. Te voy a dar algunas ideas de gente, con la que estarías mucho peor.
Vamos a hacer un ejercicio de imaginación literaria y vamos a cambiar esa mesa familiar, por una mesa con lo mejor de lo peor literariamente hablando.
Presidiendo la mesa, podíamos poner al bueno del doctor Hanibal Lecter. Conversación amena e inteligente. No va a faltar. El problema es como os vea el de interesantes.

En efecto, las circunstancias que rodean los asesinatos de dos familias en Birmingham y en Atlanta convierten al investigador Graham en un hombre imprescindible para el equipo de detectives que investigan el perfil psicológico del monstruo, el Dragón Rojo, y las horribles mutilaciones que inflige a sus víctimas.


Sin embargo, cuando Clarice cae en desgracia en el FBI, el doctor Lecter sale a la luz para ponerse en contacto con ella. Así se reanuda la persecución de la codiciada presa, y Clarice, que no ha olvidado su encuentro con la brillante y perversa mente del doctor, es encargada del caso.

Este es el orden, en el que el autor escribió los libros. No viene mal leerlo siguiendo la cronología.
No dejéis al doctor lecter, encargarse de la cena de nochebuena. Y antes de sentaros a comer. Contar bien, que no falte ningún invitado. Si falta uno. Lo más probable es que esté en el plato, que tenéis delante en la mesa.

Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.
Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto.
Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida.
Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.
Siempre es bueno contar en la mesa, con un médico o una enfermera. Acordaros del atragantamiento con un pedazo de hueso. Un buen profesional lo arreglará, sin más problemas. Pero mucho cuidado con que Misery Chastain, le caigáis en gracia y se obsesione con vosotros. Vuestros tobillos lo pagarán muy caro.

La navidad es tiempo de buenas obras, ¿y el resto del año que?. Y tranquilamente podemos ver a alguien haciendo dedo en la carretera. No lo recojáis, puede ser martin plunkett. No llegaréis a la cena familiar. Ni a ninguna más.

A sus treinta y un años, y en libertad vigilada por agresión racial a un menor, Quentin P. tiene dos obsesiones: la primera, evitar que alguien se meta en su alma (razón por la cual jamás mira a nadie a los ojos). La segunda, crear su propio zombi, para que le obedezca y ame de forma incondicional. Para ello, y armado de un picahielos, sabe exactamente cómo proceder. Aunque a veces sus pacientes no superen la «operación».
A este es que ni abrirle la puerta. Pura maldad, muy bien camuflada.

Este invitado es encantador, de hecho no te matará. No ha matado nunca a nadie. Eso si, si la comida no es de su gusto. Se dedicará a joderte la vida, hasta que tu única opción sea el suicidio.
![El poeta (Bestseller (roca)) de [Michael Connelly, Darío Giménez]](https://m.media-amazon.com/images/I/51Bt2rsXkRL.jpg)
Cuando se decide a escribir sobre el asunto, descubre el rastro de El Poeta, un asesino en serie que ha dejado junto a sus ocho víctimas, todas ellas policías, falsas notas de suicidio con versos de Edgar Allan Poe.
Si todo trascurre en la celebración, con normalidad y al día siguiente, uno o una de los invitados, se ha suicidado. Probablemente en tu mesa se sentó a cenar el Poeta.

Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes. Cada uno de sus crímenes parece rendir homenaje a una novela negra clásica, por lo que los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre: «El Novelista». Quienes pueden ayudar a encontrarlo se suman a la lista de sospechosos: un librero y un profesor universitario expertos en novela negra. La investigación se convierte así en un duelo intelectual, y en una aterradora carrera contra el reloj.
También es bueno, tener claro los gustos literarios de la persona que invitéis a vuestra cena navideña. Tanto leer de crímenes y cosas así. Dan ideas muy raras.

Cuando acabe la cena, tener cuidado de quien os ofrezca llevaros a casa. Preguntarle sus aficiones y si colecciona mariposas. Peligro. Hay un paso de observar mariposas a observar a una persona encerrada.
![La Dalia Negra (Cuarteto de Los Ángeles 1) de [James Ellroy]](https://m.media-amazon.com/images/I/41DjdNt-SiL.jpg)
Los policías Bucky Bleichert y Lee Blanchard, dos ex boxeadores conocidos como Hielo y Fuego, son puestos al frente del caso. Al sumergirse en los bajos fondos de Los Ángeles para averiguar quién era la Dalia se verán atrapados en un circo mediático y en una investigación policial plagada de pistas falsas, intereses políticos y dificultades; un caso irresoluble que acabará por obsesionarles.
En este caso protegerse de los compañeros de mesa, es imposible. Nunca se supo quien fue el asesino de la dalia negra. El crimen más famoso de los ángeles.

Si siguiera viva, sería muy mala idea invitar a Agatha Christie. De sus más de 70 novelas publicadas. La mayoría de sus más de 300 asesinados, fueron por veneno.

Hay unas normas para la cena de este año. No invitéis al comisario javert. Si os las saltáis, os perseguirá hasta que os encuentre, por no cumplir la ley.
O sea que no os quejéis de la compañía en la cena navideña. Puede ser peor, mucho peor. Eso si mucho más excitante.
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