No suelo hacer críticas de un solo libro, básicamente por que no soy crítico literario. Solo soy un humilde aficionado a la lectura. Que siempre está buscando alguna obra, que me sorprenda. Por descontado que me tiene que entretener y gustar. Pero ya si me sorprende. La felicidad literaria.

La gallera me ha gustado, me ha entretenido y sobre todo me ha sorprendido para muy bien. Antes de seguir. Sí. La recomiendo totalmente. Ojo. Sabiendo que es una novela negra no. Negrísima.

Todos los protagonistas y los que no lo son para empezar. Son todos unos hijos de puta. Asesinos a sueldo. Legionarios locos, adictos al pacharán y a los negocios turbios. Narcos Colombianos, ultra violentos y ultra religiosos. Mucha silicona, estratégicamente puesta. Coca como para llenar una piscina olímpica. Sangre para llenar varias piscinas olímpicas. Venganzas en el tiempo. Violencia superlativa y peleas de gallos. Los gallos son los únicos seres nobles de la narración.

Si tuviera que definir el tono de la novela, seria como si la hubiera escrito James Ellroy, con dolor de muelas y habiendo nacido en vallekas. Pasado de vueltas no, con el motor gripado total.

Pero lo que la hace especial, es que con todo esos componentes. Es un pedazo de novela. Bien escrita, bien desarrollados los personajes. Basilio Galipienso, el gallero es un personaje que es puro lujo, como lo ha creado el autor. A y además y por el mismo precio te echas unas buenas carcajadas, con las conversaciones del legionario y con las burradas que se le ocurren al autor.

Y aun que parezca que con esos ingredientes, la historia derrapara más de lo normal. El autor sujeta fuerte y con mano experta el volante y en las curvas, podemos sentir el derrape. Pero nunca pierde la trayectoria.

Muchas buenas novelas, las mata el cierre. Tampoco aquí es el caso. Magnifico y lógico final. Cerrado. Para que veáis como es la cosa. La única relación de amor autentica es la del gallero y su gallo rambito. El jodido del autor, hace que en una escena, se te encoja el corazón. Con esos dos.

La recomiendo totalmente. Si te gusta la novela negra, con un toque canalla. Bueno más que un toque. Una mano de ostias. Ni te lo pienses. Te encantara.

Año 2000. Alrededores de Vigo. Un vendedor de coches anónimo recibe una paliza que le destroza la vida. A partir de ese momento su hijo solo pensará en vengarse. Se llama Santiago Esquemas y se convertirá en un policía corrupto y violento.

Ventura Borrás, sargento de la Legión afincado en Ceuta, ha creado un sólido entramado de actividades ilegales muy lucrativas con la colaboración de tipos como Gus, un matón que arrastra grabado en la piel el dolor que ha causado y que un día se volverá en su contra.

Willy Ramos, un traficante que ha decidido retirarse escoge a su sucesor y le da un único consejo: «Sé discreto. Sé siempre discreto y no hagas alarde de tu dinero». Al joven heredero le llaman el Rubio, es listo y ambicioso pero pronto olvidará las sabias palabras de su mentor. Hasta que un segundón con muchas ganas de establecerse por su cuenta, el Chino, entrará en escena, cometerá un error… y casi todos saldrán perdiendo.

Con el desconocido mundo de las peleas de gallos como telón de fondo, La gallera es un soplo de aire fresco para amantes de la novela negra en estado puro.
«En esta novela oscura, violenta y con pátina lumpen, los únicos personajes honestos, de los que uno se fiaría, son los gallos de pelea que combaten en las galleras.»

Como hago siempre, cuando me gusta mucho una novela. Busco información del autor y de sus otras obras.

Ramón Palomar (@Ramon_Palomar) | Twitter
Ramón Palomar el autor. Cara de cabroncete, sí que tiene.

Pues lo dicho, buscando, resulta que esta es su segunda novela. La primera es.

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Sesenta kilos de cocaína pura. Sesenta kilos que supondrían el pasaporte de salida para muchos. Sesenta kilos que serán la perdición de casi todos.


Una novela de tramposos y estafadores en el submundo hispánico de la droga, por la que pululan camellos de poca monta y menos luces, gerifaltes del narcotráfico entrampados en la burbuja inmobiliaria, ex legionarios,
estrípers, propietarios de burdeles, contables, clanes gitanos… y ni un solo policía.


Una historia adictiva, trepidante, plagada de acción, salvaje y muy, muy real. Ramón Palomar sorprende y atrapa, desde el primer capítulo, con esta novela ambientada en Valencia, Oporto, Madrid, Tarifa y Tánger, narrada con la eficacia y el ritmo implacable de una película anglosajona a lo Quentin Tarantino o a lo Guy Ritchie, pero de auténtico sabor español, y unos personajes -soñadores, pícaros, pragmáticos, perdedores, luchadores- enormemente humanos. 

Su primera novela. Por lo que leo, en la línea de la gallera y con magníficas críticas de usuarios. Esta noche me pongo con ganas con ella. A y si tenéis un gallo de pelea. Masajearle los huevines, les encanta.

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