De Roberto Saviano. Ya escribí una entrada en el blog. Sobre él y sus novelas. Básicamente es un periodista y escritor, que le toma el pulso a su ciudad y lo que describe es el latido de la camorra, la desesperanza y la violencia de su tierra.
Últimamente en Nápoles ha habido un repunte importante de la violencia, siempre esta hay, pero ahora es más evidente, más exagerada. Con la mayoría de los capós de toda la vida o en la cárcel o exiliados. La guerra por el control de las calles y sus negocios sucios. Extorsión, drogas, robos etc.
La llevan a cabo bandas de críos de entre 12 y 18 años. Con nada que perder, por que no tienen nada. Que tienen muy claro que acabaran muertos jóvenes. Pero mientras llega la parca. Vivirán a tope.
Liderados por Nicolas Fiorillo, alias Marajá, el grupo de adolescentes utiliza las motos como los forajidos de las películas del Oeste usaban los caballos: invaden las aceras, atropellan a peatones, se escabullen por las estrechas calles del centro histórico. Quieren hacerse con una parte del negocio del tráfico de drogas y la extorsión, y aprovechando el vacío que han dejado algunas familias se alían con un viejo jefe de clan para iniciar su ascenso. El poder se afianza ganándose el respeto, sembrando el miedo, aplicando la violencia: un like en el Facebook de la novia de otro puede convertirse en una sentencia de muerte, si hay que probar armas nuevas se utiliza como blanco a un grupo de emigrantes, y en el camino hacia la cima no hay amigos, ni antiguas lealtades…
Es el libro más duro y violento del autor. Aquí los muertos son todos unos críos, asesinados por otros críos. Han mamado la droga, la violencia y la muerte. Ellos no quieren a los 18 años ir a la universidad, ellos quieren controlar la venta de droga en su barrio. Los padres no pueden hacer nada, la fuerza con la que la calle y las tradiciones tiran de ellos es demasiado fuerte.
La banda de los niños es terrible. Terrible lo que cuenta, y sobre todo que refleja la realidad de una ciudad.
La historia de la Banda de los niños, necesitaba una continuación y el autor se la da en Beso feroz.
En Beso feroz el autor retoma a los adolescentes mafiosos de La banda de los niños allí donde los dejó. Si ese libro se cerraba con una madre clamando venganza por la muerte de su hijo, este arranca con el intento de llevar a cabo esa venganza de la forma más terrible posible: asesinando a un bebé en la sala de recién nacidos de un hospital. En esta novela asistimos al ascenso al poder de Marajá, que se enfrenta a otras familias que quieren restablecer el orden anterior. Saviano retrata las guerras de los clanes por el control de la droga y los camellos, los tentáculos del crimen organizado que se extienden hacia el norte del país, las venganzas, las traiciones y la sangre con la que se pagan. Y de nuevo nos topamos con Nápoles devastada por la Camorra, y con esos jóvenes cuyos sueños se componen de coches de lujo, armas, sexo, cocaína y violencia que engendra más violencia.
Explica el autor, que los criadores de perros de pelea, eligen a los cachorros, con una sencilla prueba. Cuando todos los cachorros están mamando, los quitan de la teta de la madre y el que se vuelve e intenta morder. Ese va a ser un buen perro de pelea.
Pues algo parecido pasa con los críos de Nápoles, el que de pequeño demuestra arrojo y agresividad. Tiene trabajo asegurado. Con 10 años, empezara a llevar la droga a los clientes a sus casas. Con 12 ya lo pondrán de vigilante en la calle, pa avisar si llega algún peligro. Policía o una banda rival. A los 14 le dirán de matar a alguien de alguna banda rival, otro crio como el.
Esa es la realidad actual de las bandas callejeras de Nápoles actualmente. Está narrado desde el punto de vista de los miembros de una banda de la ciudad. Como piensan, que metas tienen, y su día a día.
Al empezar a leerlo, me plantee no seguir. Cuando una novela empieza con varios críos en el nido de maternidad de un hospital, con la idea de asesinar a un recién nacido, el hijo de un chaval del que se quieren vengar. Uno lee novela negra. Pero hay limites sobre lo que uno puede llegar a leer. No lo matan. Eso pasa en las primeras 10 páginas, con lo que no revelo nada. Pero pasan muchas otras cosas terribles a lo largo de las páginas.
No sé cómo catalogar estas novelas. Realismo sucio, la cara sucia de las calles de Nápoles. Están muy bien narrados y repito, lo que escribe y describe es realmente terrible.
Hay que tener muy claro lo que te vas a encontrar en sus páginas, por que si no a las 10 páginas, lo vas a dejar. Por que no vas a poder con lo que cuenta.
Son dos muy buenos libros, muy recomendables. ¿ abra tercero?, para eso tendréis que leerlos.Y lo más duro de su lectura, no es la violencia. Es que no hay ni la más mínima esperanza de futuro o de mejora de los personajes.
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