Una buena historia de novela negra, se puede ambientar en cualquier sitio. Pon dos seres humanos en un mismo lugar, y ya tienes un posible crimen.

No es un concepto nuevo para nada. Existen variantes de la misma. La novela negra fronteriza. Generalmente entre México y estados unidos. La novela negra ambientada en la América profunda del interior. Aquí en España la podemos ubicar en cualquier punto que no sea una ciudad propiamente dicha.

Puede ser un pueblo pequeño, una ciudad de provincias, que solo tiene de ciudad el ser la más grande de la provincia o en una aldea perdida.

No es para nada fácil escribir y situar una historia en esos entornos. Te limita mucho los movimientos de los protagonistas. No hay el recurso de desplazarse a otros sitios, no vale que entre la tecnología en juego y tampoco puedes contar con demasiados personajes.

Los personajes que pululen por el libro, tienen que estar muy bien definidos, la gente que vive en sitios pequeños, tiene que identificarlos con su entorno real.

Generalmente todo parte de un crimen violento. La violencia en esos sitios suele ser seca, rápida. Un abrir la espita de todo el rencor acumulado durante años. Y no es fácil descubrir quien ha sido. En muchos casos ese rencor lleva larvandose durante años, y a veces en problemas entre familias durante generaciones.

Si el autor o autora, maneja bien los personajes y sus motivaciones. Desarrolla bien la historia de una manera lógica. Es un trabajo muy agradecido de leer. Eso si, hay que tener conocimiento del medio. Por que si no se sabe como son los mecanismos de los pueblos pequeños. La obra acaba naufragando. Todo tiene sus reglas.

Aquí una pequeña selección de novela negra rural.Toda ella, escrita por gente que si sabe como son los códigos en el mundo rural.

En el pequeño pueblo riojano de Calahorra, las historias de seis personajes completamente dispares entre sí terminarán confluyendo. Dos hechos grotescos, también dispares, lo alientan: el asesinato de Nuria Isabel, una niña de catorce años de etnia gitana, así como la celebración en Jueves y Viernes Santo de Los Borregos, un sorprendente juego de apuestas al que acuden desde antiguo y sin excepción todos los varones del lugar. La teniente de la Guardia Civil Lucía Utrera, apodada La Grande por su corpulencia, deberá esclarecer el crimen con muy pocos medios, menores indicios y la localidad tomada al asalto por los periodistas. En apenas setenta y dos horas, el destino de estos personajes, y el de la propia Calahorra, se verá alterado de modo irreparable. 
La cordura del idiota de [Pariente, Marto]
Toni Trinidad es un atípico policía de pueblo. Un tipo solitario e imperturbable, pero que se desmaya si ve una sola gota de sangre, sobre todo si es suya.
Sin embargo, su tranquila existencia está a punto de cambiar: su puesto de trabajo pende de un hilo y por si esto fuera poco, su hermana Vega ―una de las pocas personas que le importan en este mundo― ha contraído una deuda que no puede pagar con un cruel narcotraficante de la zona que se hace llamar el Colmenero.
Toni Trinidad comprobará que no es fácil mantener el tipo rodeado de narcos, policías, sicarios y políticos corruptos, sobre todo, cuando las circunstancias te obligan, una y otra vez, a verte rodeado de sangre y de violentos crímenes.
Ambientada en lo más profundo de la campiña de Guadalajara
Balas de paja: Un drama rural de [de los Llanos Álvarez, Luis]
Villaciegos, 1958. Un pueblo tan diminuto como su futuro y su cuartel de la Guardia Civil. En un rastrojo, sobre unas balas de paja, aparecen los cadáveres de dos peones agrícolas. En un principio se cree que es el fatal resultado de una reyerta entre rústicos. Pero la perspicacia del teniente Gastón, urbanita fuera de lugar, y el sargento Gastón, veterano de bofetada pronta y buen conocedor del alma humana, intuirán la complejidad de un caso en lo que casi nada es lo que parece.
Intemperie (Biblioteca Breve nº 1) de [Carrasco, Jesús]
Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo celo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Los Caín (AdN) (AdN Alianza de Novelas) de [Llamas, Enrique]
Un pueblo perdido en mitad de Castilla en las postrimerías del franquismo.Un joven maestro madrileño falto de experiencia y fuera de lugar. Una niña ahogada veinte años atrás. El fatal accidente de una adolescente para la que huir era la única salida. Una extraña epidemia que acaba con los ciervos del lugar, y el silencio, la nieve, la cerrazón y los secretos como únicos testigos, mudos e impasibles, del lento pasar de los días en un lugar olvidado, furibundo en medio de la nada, ahogado bajo odios enconados y rencores enquistados cuyo motivo nadie recuerda.
Aguacero (Inspector Trevejo 1) de [Roso, Luis]
Año 1955. El inspector Ernesto Trevejo recibe el encargo de investigar cuatro crímenes en un pueblo de la sierra madrileña donde se está construyendo un pantano: dos guardias civiles han sido torturados hasta la muerte; el alcalde del municipio y su esposa, ejecutados a sangre fría.
Un posible asesino en serie podría aterrorizar a la región mientras se desarrollan las obras. El asunto debe ser resuelto -y silenciado- cuanto antes. Siguiendo los pasos de una investigación que destapará odios, secretos e intereses ocultos, el lector se traslada a una España en blanco y negro. De fondo, el rumor incesante de la lluvia que acompañará al protagonista en su viaje a un escenario rural, remoto, casi salvaje.

Guárdame las vacas de [Villaró, Albert]
Nunca pasa nada en Llobarca, un minúsculo pueblo de montaña cercano a la frontera con Somorra. Tomàs cuida de sus vacas, de su tío silencioso, de su novia formal, sorteando como puede el colapso de un microcosmos condenado a la desaparición. Nunca pasa nada, hasta que pasa algo que perturba tanta placidez: hay movimientos raros en una vieja pista de contrabandistas. A partir de entonces, todo cambia.
3409675
La vuelta en 1926 a su pueblo de un hombre por cuyo asesinato se condenó a dos inocentes, que habían terminado por reconocer el inexistente crimen debido a las brutales torturas infligidas por la guardia civil consentidas por la maquinaria judicial, y que, desde 1910, fecha de su detención, habían pasado largos años en el penal.

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