A veces estamos tan apegados a los libros de nuestros países, y a literatura anglosajona y norteamericana. Que se nos olvida que en todos los países se escribe novela negra y muy buena. Argentina es un buen ejemplo, de país con buenísimos escritores y escritoras del género negro más puro.

En este caso, la barrera del idioma, no es excusa ni problema para su lectura. Buceando un poco en internet y gracias al milagro de poder chatear con gente con tus mismas aficiones de todo el mundo. Me han dado una lista de novela negra Argentina, que merece mucho la pena y que pronto disfrutare.

Juan Hiram, Carles Ripoll o Enrique Meléndez, según le vaya interesando al mismo protagonista, nos desgrana el motivo de su vuelta a Buenos Aires, tras haber vivido en España durante años. Tiempo atrás, como militante en un grupo de jóvenes de izquierdas, sufrió la persecución de los militares argentinos. De forma involuntaria mató a su novia y eso puso a los milicos tras su pista, lo que provocó que tuviera que huir y fuera acogido por el resto del grupo, que vivía en permanente angustia de ser apresados. El jefe decidió que una importante suma de dinero, que habían conseguido entre todos con extorsiones y robos, fuera depositada en la sucursal de un banco suizo. Los términos del depósito indicaban que si pasado un tiempo no aparecían todos juntos para retirar el dinero, con la firma de tres de ellos ya sería suficiente.

Raul Argemi, escritor y antiguo guerrillero exiliado en España, durante 12 años. Un clásico de los premios de novela negra.

La joven Cornelia desaparece en una pequeña localidad de la Patagonia argentina cuando realizaba un viaje de estudios junto a cuatro compañeras. De ella solo queda una cadena tirada en la nieve.
Diez años después de la desaparición de la chica, tras una misa organizada por la familia para mantener vivo su recuerdo, Pipa, una de las cuatro amigas, ahora agente de policía, decide reabrir el caso ante la insistencia de la madre de Cornelia al descubrir que una persona anónima ha estado publicando en el periódico una esquela por su hija cada año.
El carácter personal de la investigación hará que se despierten los fantasmas del pasado, algo para lo que la agente no está preparada, pero que ha decidido afrontar de una vez por todas.

Florencia Etcheves, es una joven periodista y escritora. Que en Argentina ha sido multi premiada y muy leída. He leído Cornelia y lo recomiendo totalmente.

La herida de [Díaz, Jorge Fernández, Fernández Díaz, Jorge]
Una monja desaparece, dejando un enigmático mensaje, y un colaborador del papa Francisco les encarga a dos agentes de Inteligencia buscarla por cielo y tierra. En paralelo, una operadora política despedida por la Casa Rosada es contratada por el gobernador de un feudo patagónico para mejorar su imagen y evitarle una catástrofe electoral. Con la ayuda de Remil −un perturbador agente que trabaja desde las sombras−, ella se vale de todo: espionaje político, compra y amenaza de jueces, soborno de dirigentes y manipulación de la historia. Hasta que juntos se topan con un crimen de Estado y una organización siniestra.

Jorge Fernández Díaz, es un prestigioso periodista Argentino. Sus novelas, siempre tienen un punto de trabajo de investigacion periodístico. Su obra se traduce a bastantes idiomas.

El señor Machi es el perfecto reflejo del éxito y del desprecio. Dueño de un pequeño imperio en Argentina, hizo su fortuna bajo la dictadura militar y luego la afianzó bajo los dos primeros gobiernos de la democracia casándose con una mujer de doble apellido, hija de un terrateniente. Lo que no le impide rodearse de bellas mujeres que obedecen a todos sus caprichos. Tiene un BMW, una colección de trescientas corbatas y diez millones de dólares en el banco. La cocaína y la «pastilla azul» le permiten distraerse de las quejas de su esposa por sus infidelidades y de las debilidades de sus hijos, tan distintos a él, pero sobre todo lo ayudan a ignorar a sus muchos enemigos, a quienes él considera insectos «que de lejos parecen moscas». Hasta que un día, encuentra un cadáver en el maletero de su BMW, atado con las esposas rosas de peluche que usa con sus amantes. Y entonces empieza otra historia.

Si actualmente hay un fenómeno literario en Argentina este es Kike Ferrari y esta novela. El debut literario de un limpiador del metro de Buenos Aires. Solo he leído buenas criticas de esta novela.

Un cuerpo vivo que se cambia por un cadáver. Una piscina. Un flash. El pantano. Y los mellizos, que comparten un secreto del que no parece fácil escapar. Como un murmullo bajo la tierra centenaria, la indiferencia adolescente se puede ver truncada por la calma del agua; apenas un instante dentro de aquella noche que suda veneno. Familia, recuerdos, pasado. Hormigas. Las raíces escondidas que siempre están presentes y tan activas: apretando el músculo de la sentencia. Como el pulso a dos manos que obliga a soluciones suicidas. Como el cordón umbilical que une y separa, que ata y aprieta. Hasta la muerte. Hasta la culpa. Dos veranos son suficientes para que la parcela del valle se convierta en el escenario de una perfecta tortura emocional.

Si me guio por la sipnosis del libro, no lo toco ni con un palo. Si me guio por las opiniones de gente que la ha leído y disfrutado. No me lo pienso y me tiro a por él.

Un inesperado giro del destino ha hecho súbitamente rico al Perro Lascano: el comisario ha recuperado el amor de Eva y se ha jubilado de su puesto en la policía. Su vida se ha vuelto previsible, tranquila y segura. Pero, siendo desde siempre un hombre de acción, el Perro no sabe aburrirse. Por eso, cuando un criminal que agoniza en un hospital penitenciario dice saber quién asesinó a los padres de Lascano cuando este era solo un niño, el excomisario se embarca de inmediato en una obsesiva persecución entre Buenos Aires y Barcelona, poniendo así en peligro cuanto ama, para despejar la incógnita que lo ha acompañado toda la vida. Pero la verdad que le aguarda será muy distinta de cuanto hubiera podido imaginar…

Por lo que me he enterado es el último caso de un personaje, que lleva ya varias novelas a sus espaldas. Dicen que su saga de libros. Es de lo mejor de la novela negra Argentina. Apuntado.

Un pueblo turístico de la costa bonaerense. Pero no hay turistas: es invierno y una lluvia torrencial recibe en la terminal de ómnibus a un escritor que alguna vez amó aquí a una bella mujer. Divorciado y con hijos a los que alimentó sin haberlos visto crecer, nada puede esperar este solitario de esa bella mujer. Sobre todo, si está muerta. Convocado por la hermana de la víctima, el protagonista pronto se ve envuelto en una historia que no se propuso escribir.

Novela negra de estructura clásica. Guillermo Orsi, es otro de los autores de toda la vida del género. Ganador de varios premios. Tiene oficio en el tema y se nota. Buenos personajes, buena trama y un final bien cerrado.

Chamamé de [Oyola, Leonardo]
Mitad western, mitad road movie, Chamamé es una novela salvaje que narra la violencia poniéndola en el ojo del huracán. El Perro y el Pastor son dos criminales despiadados que tomarán rápidamente las armas para batirse a duelo. Chamamé es una historia de amistad, traición, venganza y amor. Publicada originalmente en España, ganó el Premio Dashiell Hammett a la mejor novela policial durante la Semana Negra de Gijón. Con su escritura vertiginosa y visceral, Leonardo Oyola ha 

Otra novela premiada y con muy buena pinta.

Las viudas de los jueves de [Piñeiro, Claudia]
Detrás de las altas paredes perimetrales, más allá de los portones reforzados por barreras y flanqueados por garitas de vigilancia, se encuentra Altos de la Cascada. Afuera, la ruta, la barriada popular de Santa María de los Tigrecitos, la autopista, la ciudad, el resto del mundo.

En Altos de la Cascada viven familias que llevan un mismo estilo de vida y que quieren mantenerlo cueste lo que cueste. Allí, en el country, un grupo de amigos se reúne semanalmente lejos de las miradas de sus hijos, sus empleadas domésticas y sus esposas, quienes, excluidas del encuentro varonil, se autodenominan, bromeando, «las viudas de los jueves». Pero una noche la rutina se quiebra y ese hecho permite descubrir, en un país que se desmorona, el lado oscuro de una vida «perfecta».

Claudia Piñeiro, probablemente sea una de las escritoras que más libros venda de Argentina. Y no solo en su país, en España también es muy conocida. Y con razón.

Miles de veraneantes abandonan en otoño una ciudad balneario de la costa atlántica, dejando atrás su paraíso soñado de sol y playa. No imaginan que, con la llegada del invierno, un aire de Twin Peaks arrasa las calles desoladas. Desde la redacción del diario local, el cronista Dante informa del suicidio de una joven de quince años embarazada de tres meses, un suceso visto como una premonición que desencadena el infierno.
Cuando, poco después, la denuncia de abusos a menores en un colegio desata el escándalo, la cacería de los culpables pone en evidencia la fragilidad de la aparente armonía; un magma violento de asesinatos, engaños, adulterios y juegos de poder que la Villa intenta silenciar para preservar su imagen idílica y salvar la próxima temporada estival.

La denuncia social, es en muchos casos la base de la novela negra Argentina. En este caso aún más.

Matar y guardar la ropa (COLECCIÓN PÚRPURA nº 10) de [Sola, Carlos Salem]
En un camping nudista de Murcia alguien debe morir. ¿Pero quién? Esto es lo que tiene que averiguar Número Tres, uno de los mejores asesinos a sueldo a quienes la Empresa asigna sus pedidos. Todo sería más sencillo si Número Tres no se escondiese bajo la anodina identidad de Juanito Pérez Pérez, un apocado comercial al borde de los cuarenta; si en el camping no coincidiesen sus hijos, su ex mujer, el juez estrella de la lucha contra el crimen, un amigo de la infancia, otro asesino particularmente despiadado, un inspector que lleva años sospechando de él y una incógnita llamada Yolanda.

Dicen quienes lo han leído, que el planteamiento de la novela es muy original y que la han disfrutado mucho.

Esta es solo una pequeña muestra, de la buena salud que goza el genero negro en Argentina. Autores consagrados, clásicos y gente nueva con nuevos puntos de vista sobre el género.

No todo va a ser Norteamericanos e Ingleses. Hay que cruzar fronteras literarias.

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