Hay literatura de horror, de psicópatas, ultra violenta, bizarra, gore. Pero todo tiene un componente común. Es ficción. Una idea aveces delirante, que se le ha ocurrido a la imaginación de alguien. No hay problema, hay grandes lecturas en dichos géneros.

Luego esta, el True Crimen, son crónicas sobre casos reales de psicópatas o asesinatos reales. Hay magníficos libros del género.

Luego esta Ciudad Juárez, el horror en la tierra, para las mujeres de dicha ciudad. Aquí no he buscado recomendar novelas, basadas en dichos crímenes. La verdad, me parecería hasta de mal gusto, basarse en algo tan real y terrible como argumento de una novela. Aquí me he centrado en el trabajo periodístico, que se ha plasmado luego en un libro de denuncia e investigacion seria.

En 1993, Alma Chavial Farel, de 13 años. Inauguró la macabra lista de los feminicidios de Ciudad Juárez. El 23 de febrero, su cuerpo fue encontrado en un descampado, la habían violado y asesinado. Fue la primera de más de 800 mujeres.

En ciudad Juárez, mueren muchas mujeres, victimas de la violencia domestica. Pero estás más de 800. No son atribuibles a la violencia de género, tal como la conocemos.

Mujer pobre, entre 13 y 25 años, morena, y pelo largo. Es el tipo de mujer que está siendo masacrada. La mayoría son secuestradas generalmente al ir o al volver del trabajo. En las llamadas las fabricas del sudor.

También tienen en común, que las que aparecen sus cadáveres y son bastantes, suelen todas haber sido violadas, salvajemente torturadas y finalmente asesinadas, generalmente por estrangulación. Muchas de ellas, llevan en sus cuerpos dibujos echos a cuchillo.

La cifra real, no demostrable oficialmente es que pasan de 2000. Y a día de hoy 2019, se sigue produciendo.

¿ que han e cho las autoridades?. Nada. Algún detenido suelto y poco más. Ante el escándalo que se, formo en muchos periódicos de estados unidos, el gobierno mexicano se vio obligado a pedir la ayuda del FBI. Unos pocos meses estuvieron allí. La cooperación de las autoridades mexicanas, fue nula. Cuando no se, dedico a obstaculizar la investigacion.

Pero si le dio tiempo al FBI, para trazar una posible causa de los asesinatos. Ciudad Juárez se había convertido en un coto de caza de mujeres. Ciudad donde diversas organizaciones, se dedicaban a raptar mujeres para fiestas salvajes, donde el final era la tortura y asesinato de las mismas. También en un caldo de cultivo para cualquiera que quisiera matar mujeres. Y tuviera dinero para pagar.

No se citaba a nadie, pero se daba por sentado que las autoridades políticas y policiales estaban al tanto del tema y sacaban beneficio a cambio de parar cualquier investigacion.

Una ciudad donde todo se compra y si alguien. Quiere adquirir la vida de una mujer, es el sitio idóneo. En resumen en ciudad Juárez, la vida de las mujeres está en venta y el negocio sigue floreciendo.

Por desgracia, cuando la policía y las autoridades no hacen nada. Hay entra el trabajo de los periodistas de investigacion. Aquí una pequeña muestra de libros, basados en investigacion de periodistas. Que por cierto a algun@ le costo la vida.

Los más de cuatrocientos asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y en el estado de Chihuahua en una década son uno de los más graves episodios criminales de México. Las mujeres asesinadas parecen no importarle a nadie. Aunque las teorías y las líneas de investigación abundan, ni las autoridades locales ni las federales han podido o querido hacer nada. Cosecha de mujeres no solo aporta nuevos datos sino que también nos involucra en las historias de muchas de estas jóvenes asesinadas y de sus familias por encontrar respuestas que expliquen estas crueles muertes.
En Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México, cerca de la frontera con Estados Unidos, han sido asesinadas casi cuatrocientas mujeres desde 1993, y todavía hoy siguen desaparecidas otras quinientas. Sin embargo, más de diez años después del descubrimiento de la primera víctima y, a pesar de la detención de numerosos sospechosos, las autoridades siguen sin identificar a los responsables de los homicidios. Peor aún, los crímenes continúan al ritmo infernal de dos víctimas al mes, y Ciudad Juárez es considerada como la capital mundial del feminicidio. Los periodistas franceses Marcos Fernández y Jean-Christophe Rampal han llevado a cabo esta extraordinaria investigación en el corazón de la ciudad que asesina, en busca de los principales protagonistas del caso: policías sospechosos, abogados temerarios, chivos expiatorios torturados para que confiesen delitos que no han cometido, familias de víctimas y mujeres honorables… Los autores repasan las diferentes pistas -desde las más aberrantes hasta las más científicas- de un expediente que, por desgracia, dista mucho de estar cerrado. Porque si hoy los criminales siguen sin ser hallados, una cosa es cierta: los asesinatos de Ciudad Juárez dan cuenta de la perversidad de esa ciudad fronteriza, reino de la droga y de la corrupción, auténtico laboratorio de la globalización salvaje.
Ciudad Juárez, México, queda en la frontera sur del Río Bravo, frente a El Paso, Texas. Por más de doce años, aquí se ha llevado a cabo un sinnúmero de crímenes atroces contra mujeres y niñas que incluyen secuestros, violaciones, mutilaciones y asesinatos. Según Amnistía Internacional, para 2006, se habían encontrado más de 400 cadáveres, sin contar centenares de desaparecidas.
Cuando el 14 de febrero de 2001 Alejandra García Andrade desapareció, con solo diecisiete años, al salir del trabajo, su madre, Norma, no imaginaba el alcance de la pesadilla que acababa de comenzar para ella y para el resto de su familia. En Ciudad Juárez, la desaparición de una mujer no parece importar más que a los familiares y a los periódicos amarillistas: las autoridades apenas investigan este tipo de casos, sobre todo entonces, y muchos caen en el olvido al cabo de poco tiempo. Por ello, cuando el cuerpo de Alejandra apareció, una semana después, con señales de tortura y abuso sexual, Norma decidió poner manos a la obra y fundó la asociación Nuestras Hijas de Regreso a Casa, desde la que padres y madres de víctimas de los feminicidios de Júarez, liderados por Malú, hermana de Alejandra, luchan contra la corrupción y el olvido.
Lo que Norma y Malú no sabían era que pelear por la verdad, por descubrir a los responsables de la muerte de Alejandra, y solicitar al Gobierno mexicano mano dura contra las desapariciones y los asesinatos de mujeres en Juárez haría llover sobre ellas serias amenazas de muerte y las obligaría a cambiar de domicilio, de ciudad y de vida. Pese a lo cual las dos continúan comprometidas en su lucha contra la impunidad de los criminales —y contra la connivencia de las autoridades— de una de las ciudades más violentas del mundo.
La ciudad mexicana de Santa Teresa -trasunto de Ciudad Juárez- atrae como un imán a los protagonistas. Cuatro críticos literarios europeos viajan hasta Sonora tras las huellas del escritor desaparecido Benno von Archimboldi, cuya vida se refiere en la parte final de la novela. Allí conocerán a Amalfitano, el profesor universitario chileno que, junto con su hija, se establece en la ciudad, a la que también llegará el periodista estadounidense Oscar Fate para retransmitir un combate de boxeo. Pero el corazón del relato se encuentra en «La parte de los crímenes» donde, con la precisión de un bisturí, Bolaño narra los asesinatos de mujeres cometidos en Santa Teresa y las infructuosas investigaciones de la policía. En el epicentro del Mal, nada puede parar el horror.

Como dato final en el 2019-ya van 19 victimas. Sigue la impunidad y la caza.

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