Este señor se llama Dennis Lehane, y es uno de los mejores escritores americanos desde hace 20 años. Definirle como un escritor de novela negra, es encasillarlo innecesariamente. En sus libros siempre hay violencia. En unos la mafia, en otros agentes del fbi, y en otros simplemente gente que emplea la violencia o por que no les queda más remedio o por que es su medio de vida o simplemente por que disfrutan haciéndolo.

En este articulo nos vamos a centrar en su serie de una pareja de detectives. Serie de Kenzie & Gennaro. Es una de las mejores series de libros sobre detectives que yo he leído.

Son dos personas que han sufrido la violencia en carnes propias, kenzie de manos de su padre un bombero y gennaro de su marido que la pega, pero al que ama. No son dos amigos que se dedican a resolver casos, ambos son detectives privados con licencia. Ninguno esta por encima del otro.

Siempre están situadas en Boston, ciudad de donde es el autor. Boston dicen que es la ciudad más europea de Estados Unidos, la ciudad con más universidades prestigiosas del país. Cuna de la mafia irlandesa de estados unidos. Y una ciudad que cuando se deja el centro o los barrios universitarios. Es una ciudad dura y violenta.

Patrick y Angela reciben un encargo muy bien pagado, demasiado para un trabajo tan insignificante: encontrar a una limpiadora negra que se ha llevado “documentos importantes” de despachos oficiales del Estado de Massachussets. El rastro de Jenna Angeline, sin embargo, se pierde entre bandas callejeras y la certeza de que no se trata de un simple robo. Pero en Boston perseguir la verdad es un mal negocio. Más aún si te persiguen, a la vez, políticos desesperados, policías corruptos, pandillas criminales y un pasado cruel.
Cuando los detectives Patrick Kenzie y Angela Gennaro aceptan proteger al hijo de una eminente psiquiatra de las posibles represalias de la mafia irlandesa, aparece crucificado el cadáver de una mujer. Recordando un caso similar ocurrido en el mismo barrio obrero de Dorchester, en Boston, Kenzie acude a un policía retirado que estuvo relacionado con la investigación. De aquel brutal  crimen y de otros similares fue acusado un asesino en serie, que lleva desde entonces, veinte años, en la cárcel. ¿Acaso puede seguir matando?

Mientras intentan averiguar qué ser humano es capaz de mutilar, torturar y desmembrar tan cruelmente a un semejante, Kenzie y Gennaro descubren que las muertes están inquietantemente relacionadas con su propio pasado. Los acontecimientos se suceden cada vez más sangrientos, más aterradores, y los detectives trabajan contra reloj para capturar al asesino y no ser, como todo apunta, las siguientes víctimas.
El multimillonario Trever Stone, antes de morir, contrata los servicios de los experimentados detectives Patrick Kenzie y Angela Gennaro para que averigüen el paradero de su hija Desiree, que lleva tres semanas desaparecida, así como la desaparición del primer detective que el multimillonario contrató para localizarla, Jay Becker, mentor de Patrick.

Acostumbrados a sobrevivir en las sórdidas calles de Boston, los detectives viajan hasta los embriagadores atardeceres de Florida siguiendo una pista poco fiable, que les conducirá a una tierra corrupta y abonada de mentiras. Avanzar en la investigación es penetrar en un territorio donde nada es sagrado. No hay espacio para el error: confiar en la persona equivocada o dar un paso en falso significa la muerte.
a pequeña Amanda McCready, de cuatro años de edad, desaparece de su casa mientras su madre, Helene, veía la televisión en casa de una vecina. Los detectives privados Patrick Kenzie y Angela Gennaro son contratados por los tíos de la pequeña, Lionel y Beatrice, para que sumen sus esfuerzos a la investigación policial.
En un principio las investigaciones se encaminan hacia un trío de pederastas que puede estar en la zona, pero junto a dos detectives de la Brigada Contra el Crimen Infantil, Broussard y Poole, los dos protagonistas descubren que la madre de Amanda y su novio robaron 200.000 dólares a un narcotraficante llamado Cheese Olamon y creen que la desaparición de la pequeña puede ser un secuestro para recuperar el dinero.
Un dispositivo policial se pondrá en marcha contrarreloj para el rescate de Amanda, pero algo sale mal y parece que la pequeña desaparece para siempre.
Al poco tiempo otro pequeño desaparece y gracias a su amigo psicópata Bubba Rogowski, Kenzie y Gennaro localizan el escondite de los tres pederastas. El intento de rescate del pequeño tendrá consecuencias insospechadas para el caso de Amanda McCready.
A Karen Nichols parecía sonreírle la vida cuando Patrick Kenzie la conoció hace apenas seis meses. Por eso, cuando se entera de que esa despreocupada chica se ha suicidado lanzándose desde lo alto de uno de los edificios más emblemáticos de Boston, no da crédito a la noticia. Patrick empieza a investigar y descubre que a Karen la golpeó una racha incomprensible de desgracia.
A lo largo de las últimas semanas de un verano bochornoso, Patrick, Angie y Bubba libran una batalla psicológica con este psicópata depravado y fantástico; batalla que les hará enfrentarse a los secretos más sórdidos de una familia adinerada, a un mafioso brutal, a una camarilla de secuestradores pervertidos y a un peligroso encuentro en la brumosa oscuridad de una ciénaga.
Han pasado doce años desde que Amanda McCready (Adiós, pequeña, adiós) desapareció de su casa de Boston. Ahora, en plena adolescencia, la controvertida Amanda parece haber recuperado su vida, pero vuelve a esfumarse de repente y sin dejar huella. Los investigadores Patrick Kenzie y Angela Gennaro, ahora padres de familia, deberán revivir sensaciones e intuiciones del pasado para dar nuevamente con el paradero de la joven. ¿Será posible que la vuelvan a encontrar, aun cuando parece que Amanda está inexplicablemente conectada con un mundo de crimen organizado y turbios negocios al margen de la ley?

Lamentablemente, no va a ver más novelas de esta pareja, el escritor ya dijo que cree que ya ha contado todo lo que tenia que contar de ellos. Sigue escribiendo grandes novelas, de las que se hablara en otro post.

Desapareció una noche, tiene una magnifica adaptación cinematográfica. No es imprescindible leerlos en el orden de publicación, pero si viene bien, para ver su evolución y en algunos de ellos hay referencias a casos pasados.

Hay altos grados de violencia, tensiones raciales, enfrentamientos entre comunidades diversas. Y dilemas morales. De los que hace participe al lector. Nunca sus personajes salen indemnes de sus novelas y por ende sus lectores.

De lo mejor en novela negra. No es solo resolver un caso, siempre hay algo más detrás, siempre hay inocentes que sufren, injusticias.

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