En Francia, hay una larga afición por la novela negra, generalmente es el primer país que se traducen obras del género de otros idiomas. Allí lo llaman genero Polar, no hay una explicación clara de por que ese nombre. Aun que esta bastante aceptado que es un diminutivo de Policier.
De echo el 20% de todo lo que se publica y vende, es del género negro. Que a los frances les pirra un buen caso policiaco. Y claro en un país tan aficionado al género negro, tiene que tener escritores foráneos que se dediquen a él. Hay unos cuantos y bastante buenos. Y una muy famosa que a mi no me gusta nada. Fred Varas. Pero eso es otra historia y otro articulo.
Para mi gusto, el mejor de todos es Pierre lemaitre. No le he leído novela que no me halla enganchado. Ofrece buenas tramas, buenos personajes, profundidad en la historia y escribe muy bien.

Cuando el comisario Camille y su equipo dan con el lugar, días más tarde, esperan encontrar una mujer medio muerta… pero Alex ha logrado escapar. Pronto Camille se da cuenta de que no se trata de una víctima más: la mujer se ha marchado sola, herida y desnutrida, pero hace todo lo posible por evitar a la policía.
¿Por qué? ¿Qué tiene que ver el secuestro con su pasado? ¿Y con los cadáveres que empiezan a aparecer horriblemente asesinados? Alex tiene heridas en el cuerpo y en el alma que aún no han cicatrizado… y nada puede interponerse en su camino.

Desde que la noticia se hace pública, la prensa parece acecharlo y cada uno de sus movimientos se convierte en noticia de portada. Cuando Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes y que cada uno de sus crímenes parece rendir homenaje a una novela negra clásica, los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre: ‘El Novelista‘. Quienes pueden ayudar a encontrarlo se suman a la lista de sospechosos: un librero y un profesor universitario expertos en novela negra.
La investigación se convierte así en un duelo intelectual, y en una aterradora carrera contra el reloj.

Después del primer estallido se entrega a la policía. Su única condición para evitar la catástrofe es la liberación de su madre. El comisario Verhoeben se encuentra ante un gran dilema: ¿es Jean un lunático con delirios de grandeza o una verdadera amenaza para todo el país?

Anne Forestier queda atrapada en medio de un atraco a una joyería en los Campos Elíseos. Tras recibir una paliza que la deja al borde de la muerte, tiene la suerte de sobrevivir… y la condena de haber visto la cara del asaltante. Su vida corre un grave peligro, pero Anne cuenta con la ayuda del hombre al que ama: el comandante Camille Verhoeven. Este estará dispuesto a actuar al margen de la ley con tal de protegerla. Pero ¿quién es ese enemigo, y por qué ese empeño tan feroz en acabar con Anne?
Estos son hasta ahora, espero que haya más, de las novelas, protagonizadas por el comisario Verhoeven. Un comisario atípico, en la cuarentena, calvo como una bola de billar, enamorado de Irène y, en breve, padre de familia. Extremadamente bajito un metro cuarenta y cinco, va a contracorriente. Así lo describe Lemaitre.
Cuando me piden que recomiende una buena novela negra, siempre una de las que recomiendo es esta. No falla.

Imposible de dejar de leerlo, hasta saber que le pasa a la protagonista. Muy bueno. Otro totalmente recomendable es este.

El antaño flamante director de recursos humanos Alain Delambre ha perdido toda esperanza de encontrar trabajo y se siente cada vez más marginado. Cuando una empresa de reclutamiento considera su candidatura, está dispuesto a todo con tal de conseguir el empleo y recuperar su dignidad, desde mentir a su esposa hasta pedirle dinero a su hija para poder participar en la prueba final del proceso de selección: un simulacro de toma de rehenes. Sin embargo, la ira acumulada en años de agravios no tiene límites… y el juego de rol puede convertirse en un macabro juego de muerte.
Este libro, gano el premio a mejor novela negra, publicada en Europa. Pero cuando el autor deja de lado la novela negra contemporánea. No penséis que baja el listón de la calidad. Esta que viene ahora, es la más famosa en Francia, la que le dio el principal premio de narrativa francesa y se, llevo al cine.

De regreso en París, los tres excombatientes se rebelarán contra una realidad que los condena a la miseria y al olvido. Así, Édouard pergeña una ingeniosísima estafa con el fin de vengarse de su progenitor, que siempre lo repudió por su sensibilidad y sus habilidades artísticas. De paso quiere ayudar al fiel Albert, cuyo prurito es huir a las antípodas para olvidar a Cécile, su amor perdido. Aunque tal vez el más ambicioso sea Pradelle, que sacudirá la conciencia de Francia entera mediante una monumental operación delictiva concebida para amasar una rápida fortuna. Los escollos son considerables, pero la voluntad de los tres parece infinita.

Una tarea especialmente ardua en una Francia que observa con impotencia la aparición de los primeros colores del incendio que asolará Europa. Nueva vuelta de tuerca a la narrativa popular y por entregas popularizada por Dumas, Balzac y Víctor Hugo, Los colores del incendio es una historia fascinante sobre la venganza implacable de una mujer y, al mismo tiempo, el retrato magistral de una época con una demoledora lección de historia.
Aun que se gana la vida escribiendo, su profesión es la de psicólogo, especialmente en el campo de adultos vulnerables. De echo empezó a escribir tarde a los 50 años. Una de las grandes bazas del autor. Es que todo lo que escribe, una vez leído. No nos suena raro. Todo lo que hacemos tiene una motivación, solo es buscarla.
Un autor brillante, diferente y que trata con mucha inteligencia al lector.
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