SHIRLEY JACKSON y familia.

Antes de nada, decir que es una de las mas grande . Inclasificable es el termino que mejor le puede pegar. Y desde luego absolutamente brillante . Pero quizás ayude algo saber un poco mas de ella, para intentar entender por que escribía lo que escribía.

“Me parece que no me gusta mucho la realidad” declaro en una de las pocas entrevistas que dio. Su vida nunca fue fácil, tenia problemas de sobrepeso, una gran agorafobia , que la sepulto en casa . Se atiborraba de pastillas para adelgazar que en aquella época solo era anfetamina pura y dura y se llenaba de pastillas para controlar su agorafobia que también eran anfetaminas. Era una drogadicta y no se si se daba ella cuenta.

Su marido era un famoso critico literario, que destrozaba con sus criticas su obra y su frágil autoestima . De echo murió a los 48 años de una sobredosis de pastillas . Como la venganza es un plato que se sirve frió , de la obra de su marido , no queda ningún recuerdo .

Sus libros se vendían lo justo , para darle para seguir escribiendo . Aun que después de leerlos , creo que mas bien escribía como modo de vengarse de su triste vida domestica .

Despues de su muerte , su obra cayo en el olvido y hace unos 10 años, fue revindicada por grandes escritores como king, que la volvieron a poner en el panorama.

A que tod@s habéis visto alguna película, donde un prospero pueblo, cada cierto tiempo , sacrifica a uno de sus habitantes, como ofrenda para que siga la bonanza ?.Ella es la madre de la idea , el libro se llama la lotería . Muchos abre is visto en netflix , La madicion de hill house . Se basa en un libro de ella que se llama la guarida y ahora mismo se esta rodando el mejor de sus libros. Siempre hemos vivido en el castillo .

Si buscáis , fenómenos paranormales, no encontrareis mucho. Ella se fija mas en la cotidianidad , esas familias aparentemente felices, pero llenas de tensiones , que bullen como una olla en el fuego. Hasta que revientan. Otra vez hay que volver a su vida propia. Ella nacida en new york, al casarse se fue a vivir a un pequeño y paleto pueblo de nueva Inglaterra y la tensión que vivía en su casa , se traslado a su obra.

Creo que odiaba todo lo que le rodeaba incluida su familia , y sus libros era una manera de acabar con ellos de manera metafórica. Su obra sigue tan actual como cuando la escribió. Al final no han cambiado tanto las cosas.

A Jackson le gustaba decir que era una bruja, hablar con los gatos, coleccionar libros de ocultismo, visitar casas antiguas. Era rara. Como su literatura. Quizá por eso hayan tenido que pasar tantos años para ser apreciada. Pero ojo, una rareza brillante.

Cuatro personajes llegan a un viejo y laberíntico caserón conocido como Hill House. Son el doctor Montague, un estudioso de lo oculto que busca pruebas de fenómenos psíquicos en casas encantadas, y tres personas a quienes el doctor ha reclutado para llevar a cabo un experimento. A pesar de las reticencias de su familia, Eleanor, una joven algo atormentada y de pasado infeliz, acabará formando parte de la singular comitiva. Los otros son Theodora, con quien Eleanor establece un fuerte vínculo inicial, y Luke, el heredero de la casa. Pronto todos deberán enfrentarse a situaciones que están más allá de su comprensión. Hill House parece estar preparándose para escoger a uno de ellos y hacerlo suyo para siempre.

Me llamo Mary Katherine Blackwood. Tengo dieciocho años y vivo con mi hermana Constance. A menudo pienso que con un poco de suerte podría haber sido una mujer lobo, porque mis dedos medio y anular son igual de largos, pero he tenido que contentarme con lo que soy. No me gusta lavarme, ni los perros, ni el ruido. Me gusta mi hermana Constance, y Ricardo Plantagenet, y la Amanita phalloides, la oronja mortal. El resto de mi familia ha muerto.» Con estas palabras se presenta Merricat, la protagonista de Siempre hemos vivido en el castillo, que lleva una vida solitaria en una gran casa apartada del pueblo. Allí pasa las horas recluida con su bella hermana mayor y su anciano tío Julian, que va en silla de ruedas y escribe y reescribe sus memorias. La buena cocina, la jardinería y el gato Jonas concentran la atención de las jóvenes. En el hogar de los Blackwood los días discurrirían apacibles si no fuera porque algo ocurrió, allí mismo, en el comedor, seis años atrás.

En un pequeño pueblo estaudinense existe una tradición y es el de sortear un premio entre sus habitantes.
Una mujer pasa el día de su boda buscando frenéticamente a su futuro marido, otra hace un extraño viaje nocturno en autobús, un librero satisface la, en apariencia, inofensiva solicitud de un cliente. Y, en el cuento más celebrado de Shirley Jackson, los pobladores de una aldea se reúnen para oficiar un inquietante ritual. «La lotería», uno de los relatos más turbadores que se hayan escrito nunca y un ícono en la historia de la literatura norteamericana, encendió la polémica cuando se publicó por primera vez, en la revista The New Yorker.

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