Hay una máxima que dice que un@ escribe de lo que sabe y CLARENCE COOPER JR, escribió de lo que dominaba su vida, la heroína, el jaco, el caballo.

Clarence Cooper, trabajo de cronista para un periódico de Chicago, de camello para pagarse las adiciones y murió con 44 años, de una sobredosis en la calle 13 de nueva york en el año 1978.

La escena, es un aprendizaje, sobre los códigos y lenguajes de las calles. ¿sabes algo de potro? ¿De merca? ¿Qué me dices de la grifa? ¿Sabes qué es un equipo? ¿Una caleta?. Le pregunta el poli veterano al poli nuevo.

A Rudy Black, maleante y chulo de baja estofa, el mono lo devora y cada vez le cuesta más conseguir las enormes cantidades de heroína que necesita para saciarlo. Rudy es uno de los habituales de la Escena, cierta zona de una ciudad sin nombre gobernada en la sombra por un traficante al que llaman el Hombre. Después de una ofensiva policial, el Hombre precisa refuerzos y le ofrece a Black el trabajo de camello que tanto andaba buscando. Sin embargo, las malas lenguas dicen que Rudy se entiende con los detectives Davis y Patterson de la Brigada de Estupefacientes. Para probar su lealtad, el Hombre le hace un encargo terrible y Rudy sabe que no puede fallarle. 

El bueno de Clarence, después escribiría 5 libros más, que pasaron sin pena ni gloria . No es que la escena en su época, fuera un bestseller. Pero fue de esos libros, que el run run de la gente, hizo que se vendiera bien y que con el tiempo, cogiera fama dentro de la literatura callejera.

Es un muy buen libro, más que por su calidad literaria, por trasmitir que está escrito desde el más profundo conocimiento. Al final nos cuenta, algo que nos suponemos. Las calles son muy putas.

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