Hace muchos años, en una tierra muy lejana, este libro cayo en mis manos, tenia tanta fama, que había que leerlo si o si. Pura magia, pura imaginación, fantasía, épica. De todo.

Y tenia de todo eso, un gran libro, un ejercicio de fantasía e imaginación del autor. Un mundo muy rico creado desde cero, una galería de personajes brillantes.

Y por tener tenia, trozos, bastante grandes que eran un aburrimiento y un coñazo, personajes que acababas hasta los mismísimos de ellos, el Gollum y el jodido anillo, anda que no da el coñazo. Tengo la sensación que lo que le gustaba a Tolkien, como buen profesor de literatura. No era la parte épica de sus novelas. Si no el ejercicio de crear un mundo, un lenguaje propio. Y creo que se equivoca, yo como lector lo disfrutó cuando desborda imaginación y cuando se mete en el barro de las batallas, el dragón.

El protagonista Bilbo, realmente inicia un viaje, y cuando lo termina sigue siendo el mismo Bilbo, insípido que lo empezó. Para mi lector de fantasía épica, no le quitare el merito de ser el padre reconocido de este tipo de literatura, de abrir el camino a todo lo bueno que vendría después. Que para mi gusto, quito mucha paja al género y lo hizo grande.

Del resto de su obra, con decir que hay libros que no ha habido manera de terminarlos. El Silmarillon es un coñazo de los grandes.

Tenia que decirlo.

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