Hay tanto para leer, entre lo que se publica nuevo , de autores que apetece seguir, libros nuevos que les precede la fama, y recomendaciones de amig@s. Que es muy facil que se le pasen a uno , grandes novelas . Que no son muy conocidas y autores que no tienen el reconocimiento mayoritario que deberian tener.

Aquí entra el boca a boca, la recomendación de gente, a la que le otorgas el tener unos gustos parecidos a los tuyos. Y que muchas veces te hacen descubrir muy buenas lecturas, que si no fuera por ellos. Nunca disfrutaría.

Esta novela, llego a mi conocimiento, gracias a un blog de cine de terror. Resulta que han rodado una película, y por las críticas una buena película. Basada en el libro y por el argumento la verdad, es que me entro curiosidad.

Localice el libro y me puse con el .

Después de dejar a su marido ingresado en un hospital psiquiátrico en el norte, una mujer regresa en tren a Madrid. En el vagón, un desconocido, para amenizar el viaje, le pregunta de pronto: «¿Le apetece que le cuente mi vida?». Se trata de Ángel Sanagustín, psiquiatra que trabaja en la misma clínica y estudioso de los trastornos de la personalidad a través de los relatos y los escritos de los pacientes. Esos textos son los que guarda en una carpeta roja que lleva consigo. Hay casos de esquizofrenia, de dobles vidas, de paranoicos convencidos del control gubernamental a los ciudadanos mediante la clasificación de sus desperdicios. Cuando el psiquiatra baja un momento en una de las paradas en busca de un refresco y pierde el tren, la mujer tiene en sus manos la carpeta con los escritos. Irresistiblemente, querremos leerlos con ella.

Es un libro de 160 páginas, que me ha resultado, curioso, original y entretenido. Tres cosas que valoro mucho en un libro. La película no la he visto, pero la veré seguro. A ver que han echado con la historia del libro.

Este no es tan simpático como el otro, pero es una gran historia, que plantea una duda muy jodida. ¿Tienen las madres, la obligación de querer a sus hijos, por el echo de parirlos. ? Ojo no es una novela sobre malos tratos a la infancia, ni muchísimo menos.

Simplemente plantea un caso y una pregunta. De echo el libro empieza fuerte.

Lo que más me impresionó cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogí en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni cólera. Nada.

Son 178 páginas, que plantea preguntas, que está escrito en 1978 con mucha valentía y que me pareció una muy buena novela.

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