Thomas Harris, llevaba 15 años, sin publicar nada, y si hubiera seguido así, tampoco pasaba nada. El problema de algunos escritores, es que crean un personaje que acaba devorando toda su producción. La gente no quiere otra cosa, la gente no quiere leer un libro de tal autor, quiere leer un libro protagonizado por su personaje favorito.

Thomas harris, pario a el psicópata literario y cinematográfico por antonomasia de nuestra cultura. El doctor lecter. Seductor, magnético, sanguinario, educado y muy terrorífico en sus aficiones. Con una gran película sobre el, una secuela, que no estaba mal y una serie de tv magnifica detrás. Cuando te enteras que ha parido una nueva criatura igual de mala, se te ponen los dientes largos.

Pues no, la nueva criatura, no le llega al doctor lecter ni a la altura de sus caros zapatos.

Veinticinco millones de dólares en carteles de oro se esconden debajo de una mansión en el paseo marítimo de Miami Beach. Hombres despiadados lo han seguido durante años. Liderando la manada está Hans-Peter Schneider. Impulsado por apetitos indescriptibles, se gana la vida desarrollando las violentas fantasías de otros hombres más ricos.

Cari Mora, cuidadora de la casa, ha escapado de la violencia en su país natal. Ella se queda en Miami en un estado de protección temporal tambaleante, sujeto al capricho de ICE. Ella trabaja en muchos trabajos para sobrevivir. Hermosa, marcada por la guerra, Cari llama la atención de Hans-Peter cuando se acerca al tesoro. Pero Cari Mora tiene habilidades sorprendentes, y su voluntad de sobrevivir ha sido probada antes.

Hans-peters, es un sádico de manual, no tiene la elegancia del doctor lecter, y Cari Mora, no es una sádica, pero no anda muy lejos de la psicopatía. Uno es por placer y dinero, la otra por obligación.

Ojo no es una mala novela, ni mucho menos, se lee rápido y con interés. Pero el buen doctor Lecter, es mucho personaje. Las comparaciones son odiosas.

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